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SÍ ME GUSTA VIAJAR PARTE 2

  • Camila Acosta
  • Jun 24, 2017
  • 4 min read

Seguimos con otro de los aspectos que descubrí en NY.

ESTÁ BIEN NO SER FÍSICAMENTE PERFECTA

Parece un statement bastante obvio pero, siendo Colombiana, no lo es.

Esa de la foto soy yo, o bueno, soy yo ligeramente producida. Un toquecito de maquillaje, un filtro de instagram, un buen ángulo para la foto y ahí tienen, una foto digna de perfil. Siempre queremos que los demás vean lo mejor de nosotros, aunque las opiniones pueden variar. Yo, por ejemplo, las he tenido todas: desde que soy aburrida hasta que soy perfecta, toda la gama.

Pero miremos a esta mujer más de cerca, en estas fotos que les dejo abajo un poco más destapada. Pero sin malos pensamientos que estoy en bikini, porque aunque el bikini es exactamente lo mismo que la ropa interior, se sienten muy diferente en público. No nos digamos mentiras: usted sale en bikini a la piscina con el esposo de su amiga en tanga al lado, pero si el hombre entra mientras se está cambiando y usted está en ropa interior, usted corre por su vida.

Me veo en estas fotos y me siento orgullosa de mi cuerpo. Sin tanta producción como la primera, sin filtros, sin gafas, totalmente real. Pero... ¿una foto que tan real es? Es una imagen estática, en la pose que uno hizo para disimular el gordito que le saca la tanga, en la que la luz lo hace ver a uno más bronceado de lo que está, y la altura no se puede ver. Un panorama de lejos que, en todo caso, pinta muy bien para una mujer que ya casi cumple 32 años.

Pero muestre usted este panorama en Colombia y agárrese: está muy blanca, es muy plana, no tiene suficientes curvas, es muy bajita, peli negra aburrida... ¿Quién decidió estás cosas? ¿Donde se reunió ese comité, y por qué no nos pidió opinión?

Depronto usted no lo piensa, depronto hasta bonita le parezco, pero dígame que no tenemos esto metido en la cabeza en la cultura latina, clase media alta. En vez de buscar lo bonito, buscamos lo feo.

Y ¿qué pasa si miramos más de cerca? ¿Si les muestro las cicatrices de mi pelvis que han dejado dos cirugías de endometriosis? ¿o la cicatrices en mi espalda por una caída ni la verraca cuando tenía 10 años? ¿o la celulitis y el brote sabanero de mi pierna cuando cambio de luz? ¿o mis arrugas de los ojos cuando me río? ¿O que tal el cambio de tonalidad de mi pierna? porque a mis pantorrillas de verdad no se les da el tema del bronceo. Mostrarles mis defectos, lo que me hace sentir insegura, no es nada fácil. Porque en las fotos de arriba me veo segura y feliz, pero eso es porque yo escojo qué muestro y no tengo al lector presente inspeccionándome cada una de las partes de mi cuerpo como estamos acostumbrados a hacer con todo el que se nos pasa por el frente.

Pero entonces este artículo ¿qué tiene que ver con mi viaje? Tiene todo que ver. Este tema cultural ha calado tan hondo en mi mente, que tengo que aceptar una verdad un poco penosa y superficial, pero es para que me entiendan: hemos estado a temperaturas tan altas como los 31 grados, y yo no he sido capaz de ponerme shorts o mini falda. NO HE SIDO CAPAZ!!!!

Ahogada entre jeans y pantalones porque pienso que si salgo en shorts alguien me va a criticar mi blancura o mi celulitis... Y esto en una ciudad donde veo señoras de 80 años en shorts, mujeres de 100 kilos en ombligueras, mujeres altas y perfectas llenas de celulitis en esas mini faldas que parecen más una venda, hombres en vestidos, mujeres que no se depilan, viejitas que combinan diferentes estampados y se ponen cuanta cosa esté de moda. ¡¡¡QUE LIBERTAD!!!

Uno en Bogotá sale en chancla un día de sol y lo linchan! Se pone blanco y es un lobo. Veo a la gente preguntando todo el tiempo tips de moda: me puedo poner esto, me puedo poner aquello... Soy diseñadora de modas, pero creo que eso en parte me agota de la industria. ¡Póngase lo que quiera! ¿Le gusta? ¿Se siente seguro? ¿Se siente bien? ¡Hágale! ¿Quiere renovarse y hacerse una asesoría de imagen para sentirse mejor? ¡Bien pueda! Pero dejemos la criticadera y la juzgadera. Yo estoy agotada. Llevo por lo menos 19 años desde que entre a la pubertad tratando de ser perfecta, y hoy tengo un esposo divino que piensa que lo soy, con todo y lo que traigo. Mi imperfección me hace perfecta para él.

Al final de todo este ejercicio, de ver cuánto me critico y cuánto me comparo - porque veo las fotos de Catalina Aristizabal (para no ir más lejos de la belleza local) y me quiero sentar a llorar - concluí que tengo lo mío. Siempre va a haber alguien más bonito y alguien más feo que uno, y de nada nos sirve estar buscando.

No voy a decir que mis cicatrices son el reflejo de lo guerrera que soy ni nada de esas cosas (importantes todas también), simplemente soy lo que soy, tengo lo que tengo, me gusta y me siento totalmente bendecida. Confieso incluso que amo las arrugas en mis ojos, me lucen, me dan elegancia y madurez y me recuerdan cada día lo feliz que soy.

Les dejo esta última foto porque me la puse como reto. Si iba a escribir esto y a soltar por fin mis taras culturales, tenía que ser capaz de mostrar pierna en público.


 
 
 

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